Planificación, Desarrollo y Crecimiento Sostenido

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La planificación y el desarrollo turístico es una pieza clave para el desarrollo de las sociedades de destino.
Antes de iniciar la planificación hay que hacer un análisis u observación de la zona de destino: sus poblaciones e imágenes, la situación económica y de consumo, sus rasgos culturales, sociales y religiosos, del patrimonio artístico y cultural, del entorno medioambiental y de su biodiversidad; así como de la situación actual del turismo y del ocio y de su impacto (tanto positivo como negativo) en la sociedad objeto de estudio.
Después, se establecen unos objetivos a desarrollar y se elaboran una serie de estrategias a implantar en la zona. Tras la aplicación y evaluación de la planificación y el desarrollo (en fases temporales) se van introduciendo mejoras y modificaciones generales.

Metodología para la Planificación y el Desarrollo Turístico

La ciencia sociológica estudia el turismo y el ocio como factores de desarrollo en las zonas de destino y, en su observación, se mezcla con otras ciencias sociales y proporciona un conocimiento científico y práctico para el turismo como desarrollo regional y proceso social.
En una primera fase de la observación se efectúa un análisis de las siguientes dimensiones de estudio:
  1. Poblaciones e imágenes de destino que sobre el turismo y el ocio se tiene y prefiere, debiendo tener en cuenta el tipo de población y sus características demográficas.
  2. Situación económica y de consumo. Aquí se lleva a cabo una verdadera investigación de mercado, para conocer la situación real del mercado, perspectivas que se proyectan, tipo de turistas que visitan la zona, motivos del viaje, que alojamientos se utilizan, gasto que realizan los turistas en el destino, que espera encontrar el turista en la zona, los competidores, la incidencia del turismo en la economía local…
  3. Rasgos culturales, sociales y religiosos, morfología y características básicas de la sociedad de destino.
  4. Patrimonio artístico y cultural.
  5. Entorno medioambiental y biodiversidad.
  6. Situación del turismo y del ocio, con sus impactos positivos y negativos.
Estos puntos nos ayudan a obtener una idea aproximada de la realidad de la zona objeto de estudio que nos permitirá confeccionar un informe de resultados.
En una segunda fase de la observación se establecen seis posibles intervenciones, relacionadas con las normativas locales, nacionales e internacionales:
  1. Gestión de la Riqueza.
  2. Población e imágenes de destino.
  3. Gestión del crecimiento sostenido.
  4. Especificar objetivos de desarrollo.
  5. Estrategias para la gestión de desastres.
  6. Prevención y tratamiento de Problemas Sociales.
La aplicación e implantación de la planificación y desarrollo con sus intervenciones, se hará de manera escalonada (en fases temporales) para después pasar a la tercera fase.
Tercera fase o evaluación de la planificación y desarrollo, que se realiza, a su vez en tres fases, que deben contener los principios del turismo sustentable y sostenible, que son:
  1. La planificación del turismo y su desarrollo deben ser parte de las estrategias del desarrollo sustentable de una región, provincia o nación, en la que se deben implicar tanto la población local como el gobierno.
  2. Se deben seguir unos principios éticos que respeten la cultura y el medioambiente del área, la economía y el modo tradicional de vida y los principios políticos.
  3. El turismo debe planearse de manera sustentable, teniendo en cuenta la protección del medioambiente.
  4. El turismo debe distribuir los beneficios por igual entre los promotores del turismo y la población local.
  5. Es necesaria una buena información, investigación y comunicación dando prioridad a un desarrollo duradero.
  6. La población debe implicarse en la planificación y el desarrollo de los planes locales.
  7. Es necesario realizar un análisis integrado del medioambiente, la sociedad y la economía.
  8. Los planes para el desarrollo del turismo deben permitir a la población local beneficiarse de ellos.
Los principios del turismo sustentable y sostenible deben dirigir la planificación turística y de ocio a crear mercados turísticos o a realizar los cambios pertinentes en aquellos mercados ya existentes.
El turismo sustentable implica la conservación del entorno natural (lugares arqueológicos e históricos, la música, la danza, los estilos arquitectónicos, las ceremonias y rituales, las costumbres…). Este turismo sustentable conlleva una serie de beneficios para las áreas de destino: genera empleo, estimula las industrias domésticas (hoteles, restaurantes, transportes), trae dinero nuevo a la economía local, diversifica la economía (sobre todo en las áreas rurales), mejoras en los transportes locales, las comunicaciones y otras infraestructuras de la zona, crea nuevas zonas de ocio, de las que se beneficiaran tanto los visitantes como los residentes habituales, también favorece la conservación de lugares históricos de valor; entres muchas otras.
Para obtener información sobre el estado de los destinos turísticos son imprescindibles los indicadores medioambientales, de manera que se puedan realizar acciones para proteger determinados hábitats que puedan sufrir impactos negativos del turismo (reservas naturales, parques nacionales y naturales, áreas culturales únicas…). Estos indicadores son muy importantes para la planificación de políticas de desarrollo turístico y de ocio.
La OMT establece dos tipos de indicadores: indicadores básicos de turismo sustentable e indicadores específicos de destinos para ecosistemas o tipos de turismo concretos (zonas costeras, regiones montañosas, parques naturales).

Indicadores Básicos de Turismo Sustentable 

  1. Protección del sitio, según el índice de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN).
  2. Presión, número de turistas que visitan el sitio.
  3. Intensidad de uso-temporada alta.
  4. Impacto social, proporción de turistas con residentes locales.
  5. Revisión ambiental y controles de desarrollo del sitio.
  6. Tratamiento de desechos, porcentaje de aguas residuales que se someten a tratamiento.
  7. Proceso de planificación, un plan regional organizado para la región del destino turístico.
  8. Ecosistemas críticos, especies en peligro de extinción.
  9. Satisfacción del consumidor, basado en un cuestionario.
  10. Satisfacción de la población local, también basado en un cuestionario.

Indicadores Específicos de Destino

  1. Zonas costeras: deterioro, intensidad de uso, fauna litoral/marina, calidad del agua.
  2. Regiones montañosas: erosión, diversidad biológica, accesos.
  3. Sitios culturales: presión social potencial, estacionalidad.
  4. Pequeñas islas: fugas de divisas (pérdidas del total de ingresos turísticos), propiedad (extranjera no local de establecimientos turísticos), disponibilidad de agua, intensidad de uso.
Morucci concibe la planificación turística en la proyección de los objetivos de desarrollo en las actividades turísticas, especificando los medios que se requieren para masificar los beneficios económicos, sociales y culturales y tratar de equilibrar la oferta y la demanda. Todo ello dentro de una política delimitada dentro de un espacio y un tiempo (a corto y largo plazo) tanto en nuevos espacios turísticos como en los destinos ya desarrollados que requieren diferentes ajustes.
Getz establece tres fases en el proceso de planificación:
  1. Formulación de un modelo de Priorización de Objetivos.
  2. Evaluación de Estrategias.
  3. Selección de procedimientos.
Para Rivas y Magadán, la planificación estratégica implica la elaboración de un proyecto que integre el área geográfica (sociedad de destino) para convertirla en un producto turístico formado por un conjunto de elementos como son el paisaje, las empresas, las infraestructuras, el entorno social y el patrimonio.
En resumen, el desarrollo turístico es una de las finalidades del turismo y la etapa que cierra todo el proceso de estudio, elaboración y aplicación del turismo y del ocio.
Un Plan de Desarrollo Turístico es un plan estratégico que integra varios aspectos: recursos humanos, medioambientales y socioculturales. Parte de un objetivo a largo plazo, que va de lo general (macrosociológico) a lo específico (microsociológico) y, que además, debe contar con el consenso de la zona.
Tras la aplicación de la planificación turística, se realiza la tercera y última fase, que consiste en la evaluación de la introducción del turismo en la sociedad de destino en fases temporales, que permitan introducir mejoras, desechar aquellas medidas que no hayan funcionado e introducir nuevas estrategias para mantener el desarrollo turístico sin sufrir desgaste alguno.

Estudios de la Población para el Turismo y el Ocio

Es un área de estudio imprescindible para el ámbito macrosociológico, ya que será la base para realizar el análisis, explicación e interpretación de los datos.
Se considera población: por un lado, los turistas, viajeros y exploradores, de las sociedades de origen; y por otro, los residentes, anfitriones y nativos, de las sociedades de destino turístico y de ocio. Por esto es preciso conocer sus preferencias, gustos, necesidades y; sus posibilidades de participación cuantitativa y cualitativa en el turismo y el ocio.
El medio geográfico en el que se sitúan estas poblaciones determinara muchos de sus factores diferenciadores.
El hábitat es el entorno de la cultura que poseen los pueblos que lo habitan y el entorno medioambiental. La antropología, la geografía y la sociología estudian la influencia que tiene el hábitat en la cultura de las poblaciones y, la influencia de estas en los diferentes asentamientos o hábitats. En los hábitats de las comunidades humanas existen dos áreas diferenciadas; la rural y la urbana.
Un concepto clave es el introducido por Tönnies, y es el de COMUNIDAD se concentran un número de personas dentro de un área territorial determinada, para satisfacer las necesidades cotidianas, donde activan el sistema de relaciones interdependientes.
Aparecen nuevos conceptos como comunidad biótica, comunidad campesina, comunidad rural, pueblo, etc.
La sociología rural es la rama de la sociología que se encarga de estudiar la influencia del hábitat rural. Lo rural o sociedad rural es un término que se refiere a una forma de vida que abarca a las personas que viven en un medio rural, trabajen o no en la agricultura. En otras etapas, la sociedad rural era eminentemente agraria, situación que ha ido cambiando por la modernización y la globalización. Se ha producido una desruralización, es decir, una pérdida de las características básicas del tradicional medio rural.
A raíz de estas transformaciones, surgen nuevas posibilidades de vida socioeconómica, como es el caso de Turismo Rural. El medio rural se moderniza a la vez que cuida, protege y recupera su patrimonio histórico cultural, las tradiciones, la arquitectura típica. Es decir, se dan cuenta del gran valor que representa el hábitat en el que viven y tratan de protegerlo a la vez que obtienen un beneficio económico (nuevas formas de economía diferentes a las típicas del medio rural: agricultura, ganadería y pesca).
Las poblaciones rurales se caracterizan por el predominio de los paisajes vegetales, una densidad de población relativamente baja, el uso del suelo para 38 fines agro-silvo-pastoril, estrecha relación entre sus habitantes con fuertes lazos sociales, acoplamiento con el medio ecológico y una identidad relacionada con las culturas campesinas.
El otro concepto clave es el de SOCIEDAD/ASOCIACIÓN, también introducido por Tönnies y que hace referencia a las formaciones en las que sus miembros se conocen de forma impersonal y , en varias ocasiones, de manera contractual.
Mientras que en las comunidades predominan las ocupaciones de la economía doméstica, la agricultura, la fuerza de la vida familiar y rural; en las sociedades, predominan el comercio, la industria, la ciencia y la tecnología, con un estilo de vida urbano, con diversidad de modos de vida y un ritmo de vida impersonal.
La ciudad y la sociedad urbana son rasgos típicos de la sociedad que perfila Tönnies. La sociedad urbana se caracteriza por estar formada por poblaciones heterogéneas, con relaciones con otras sociedades por el comercio, las comunicaciones, una compleja división del trabajo, ligero abandono de los criterios y normas tradicionales, incremento de la impersonalidad en las relaciones, etc.
La comunidad (sociedad rural) y la sociedad (sociedad urbana) emplean la demografía para el estudio del tamaño, composición y distribución de las poblaciones en sus hábitats rurales y urbanos.
La sociología estudia principalmente a estas poblaciones, entendiendo por población: a todas las personas que residen en un área geográfica, un estado, una nación o un área metropolitana.
La observación previa a la planificación y desarrollo del turismo nos lleva a entrar en la demografía, que es el estudio del tamaño, composición y distribución de la población y de los cambios que se producen en su interior. La demografía realiza estudios estadísticos vitales, es decir, de las tasas de natalidad y mortalidad. Son los llamados “estudios de población”.
De esta manera se pueden establecer comparaciones entre las zonas rurales y urbanas en cuanto a fenómenos como los delitos, el divorcio, el suicidio, fertilidad, mortalidad, tamaño de las familias, distribución ocupacional, densidad de población, estudios de sus habitantes; entre otros.

Conceptos básicos en población

El diccionario demográfico multilingüe de Naciones Unidas define demografía como la ciencia que estudia las poblaciones humanas tratando, desde un punto de vista principalmente cualitativo, sus dimensiones, su estructura, su evolución y sus características generales. Estudia el proceso de renovación de las poblaciones humanas, afirmando que la dimensión que alcanza una población viene determinada por la fecundidad, la mortalidad y los movimientos migratorios.
El lenguaje que utiliza y los instrumentos de medida son los siguientes:
  • Los flujos. Nacimientos, defunciones, migraciones.
  • El stock demográfico. Número de habitantes en un momento concreto por edad, sexo, estado civil… 
  • Tasas. Cociente entre el flujo de dos dimensiones (numerador) y un flujo de una dimensión o un stock (denominador). Las tasas son índices demográficos para medir la frecuencia relativa, la intensidad o la probabilidad que tiene un suceso demográfico de alcanzar a una población de referencia.
  • Razones. Miden la dimensión o el tamaño relativo que tiene una magnitud demográfica en relación a otra de la misma categoría pero independiente. Cociente entre dos magnitudes demográficas de la misma categoría pero independientes entre sí.
  • Proporciones. Son índices demográficos que miden la distribución relativa de la estructura (edad, sexo, estado civil…).Es el cociente entre dos magnitudes demográficas de igual categoría siendo el numerador parte y el denominador todo.
Una tasa, una razón o una proporción se expresan en tanto por uno, esto crea confusiones. Se deben multiplicar los resultados por 100,1.000 o 10.000, para facilitar su interpretación. Por ejemplo, en el caso de la mortalidad infantil en España, estableciendo una constante de 1.000 niños nacidos vivos, se entiende mejor que en 1.901 morían 186 niños por cada 1.000 nacidos vivos y en 1.998, la mortalidad descendió a 5 fallecidos por cada 1.000 nacidos.
La demografía puede estudiar un fenómeno demográfico longitudinalmente y transversalmente. En el primer caso, estudia los fenómenos demográficos en una generación real, es decir, los estudios requieren una observación del fenómeno durante todo el tiempo que se produzca en dicha generación. Mientras que la transversalidad se basa en una perspectiva temporal, es decir, el estudio se realiza en un periodo de tiempo muy corto y observando un conjunto de generaciones.
Los censos de población son fuentes de la demografía que recopilan, resumen, valoran, analizan y publican datos de carácter demográfico, cultural, económico y social de todos los habitantes del país objeto de estudio, de sus divisiones político-administrativas referidos a un periodo concreto (generalmente de un año).
El Movimiento Natural de la Población, se refiere a los nacimientos, matrimonios y defunciones que se producen en un determinado territorio.

La distribución de la población por edad y sexo

Permite en su observación, comprobar si se trata de una población joven o, por el contrario, se trata de una envejecida. Los indicadores que permiten estudiar la estructura, distribución o composición de la población por edad y sexo son: Edad mediana. No se debe confundir con la edad media, ya que la edad mediana es la mitad de la población que está por encima o por debajo de esa edad. Divide a la población en dos partes iguales, permitiendo obtener una visión del envejecimiento de la población.
La razón de los sexos. Mide la estructura por sexos, es decir, el peso que representan los varones respecto a las mujeres. Normalmente se expresa en número de varones por cada 100 mujeres.
Razón de dependencia. Mide la relación entre la población potencialmente activa (15-64 años) con la inactiva (menores de 15 y mayores de 65 años) Pirámide de población. Es la representación gráfica de la distribución de la población por edad y sexo referida a un instante del tiempo. Nos permite conocer si se trata de una población joven o envejecida.

El crecimiento de la población

La medición del crecimiento de la población está formada por: el crecimiento natural o vegetativo, que es la diferencia entre nacimientos y defunciones; el crecimiento migratorio, diferencia entre inmigrantes y emigrantes y, por último, el crecimiento anual, que es la suma del crecimiento natural y el migratorio. Se distinguen tres indicadores: Tasa de crecimiento natural. Es el resultado de restar a la tasa bruta de natalidad la tasa bruta de mortalidad.
Tasa de crecimiento medio anual de la población. Tiene en cuenta tanto el saldo natural como el migratorio. Para su cálculo: el numerador será la suma del saldo natural y el vegetativo, y el denominador será la población media en el periodo, multiplicando el resultado por una constante, generalmente 100.
40 Tiempo de duplicación de la población. Trata de medir el tiempo que tardaría una población en duplicarse en función de su tasa de crecimiento. Por ejemplo, una población con una tasa de crecimiento del 1% anual, tardaría 70 años aproximadamente en duplicarse.

Los Fenómenos Demográficos

Son la natalidad, la mortalidad, la nupcialidad y las migraciones y, nos permiten conocer la estructura demográfica de las sociedades; si han cambiado, están estancadas, han crecido o han disminuido.

Conceptos básicos de demografía
Fertilidad: Número de hijos que biológicamente puede tener una mujer.
Fecundidad: Promedio de hijos nacidos vivos de las mujeres en edad reproductiva.
Tasa bruta de natalidad: Número de nacimientos vivos por cada 1.000 habitantes durante un año en una determinada población.
Tasa bruta de mortalidad: Número de personas fallecidas por cada 1.000 habitantes durante un año en una determinada población.
Tasa de mortalidad infantil: Número de fallecimientos de niños/as antes de cumplir el año de edad, por cada 1.000 niños nacidos en un año.
Esperanza de vida: Número de años que por término medio se espera que viva una persona.
Duración de la vida: Máximo número de años que pueden vivir los humanos.
Emigración: La acción de marchar fuera de un país o población a otro. Se mide desde el país del que salen las personas.
Inmigración: Se refiere a la gente que viene a un país desde otro. Se mide desde el país que recibe a las personas.
Tasa neta de emigración: Diferencia entre el número de personas que se marchan y los que llegan cada año, por cada 1.000 habitantes.

Gestión de la Riqueza y Crecimiento Sostenido

La gestión de la riqueza es el primer punto de la segunda fase en el proceso de planificación y desarrollo en la sociedad de destino. La gestión de la riqueza se unirá a las Políticas Turísticas y de ocio y con el resto de estudios para la elaboración de la Planificación: los de poblaciones, imágenes de destino, especificación de los objetivos de desarrollo, estrategias para la gestión de desastres y prevención y tratamiento de problemas sociales.
La OMT introduce en la gestión el concepto de Gestión de Calidad y el de Calidad Total; conceptos que surgen por los cambios que se han producido tanto en la industria turística como en la sociedad (clientes potenciales).
El concepto moderno de calidad se refiere a “la satisfacción de las necesidades y expectativas razonables de los clientes a un precio igual o inferior al que ellos asignan al producto servicio en función del valor que han recibido y percibido”.
Con todo esto se potencia una mejor imagen, una garantía de servicio a los clientes, aumenta la confianza y el prestigio y, se fomenta la motivación para las mejoras en la gestión en general.
La gestión de la calidad consiste en ajustar las características del servicio a las expectativas de los clientes, que si se van satisfechos del servicio recibido, repetirán destino turístico y lo recomendaran a otros clientes potenciales.
Para que una gestión de la calidad tenga éxito deben participar en ella todos los componentes de la organización: directivos, gerentes y, sobre todo, los trabajadores que son los que tratan directamente con los clientes y de su imagen y atención dependerá en gran medida la satisfacción del cliente.
En cuanto a la gestión de los recursos patrimoniales no solo hay q tener en cuenta la satisfacción de las necesidades de esos turistas, sino también las de los habitantes de las poblaciones de destino.
El objetivo fundamental es dinamizar las atracciones de ocio y cultura relacionadas con recursos y productos patrimoniales (museos, monumentos, música, danza, fiestas populares, artesanías tradicionales…) Hay dos tipos de gestión diferentes: Gestión directa, a través de un ente u organismo autónomo o a través de una empresa pública; y, la Gestión indirecta, que combina diversas modalidades como la concesión, el arrendamiento o la sociedad mercantil mixta.
El turismo sostenible hace referencia a la necesidad de realizar acciones para el mantenimiento y conservación de los recursos, de las personas y de los hábitats en las actividades turísticas y en los viajes en general. Por primera vez, habla no solo de la participación de la población de destino, sino también de la de aquellos que van a visitar un lugar, debiendo ser conscientes del valor de los recursos de la zona (ya sean medioambientales, culturales, históricos…).
Es necesario referirse a La Carta del Turismo Sostenible de Lanzarote (1.995) que sentó las bases para la correcta planificación y desarrollo de zonas turísticas ya existentes, necesitadas de acciones para cuidar el entorno, y de aquellas por desarrollar. A partir de esta carta se empezaron a organizar el desarrollo turístico en la sostenibilidad, para la integración a corto, medio y largo plazo, la viabilidad ecológica y económica y la equidad ética y social de las comunidades locales.
El proceso de gestión del crecimiento sostenible es amplio y engloba los recursos existentes con la finalidad de asegurar su durabilidad permitiendo conservar el capital natural y cultural de la zona.
Para la gestión de la riqueza y el crecimiento sostenido se hace necesaria una cooperación a nivel local, regional, nacional e internacional; que abarque la solidaridad, el respeto mutuo y la participación de todos.
La gestión de la riqueza y el desarrollo sostenido contribuyen a la mejora de la calidad de vida de la población de destino y, al enriquecimiento sociocultural de cada área turística.
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